Introduccion a la bolsa
Fondos de Inversion
Existen alternativas de inversión como los fondos de inversión, que reúnen a un gran número de personas que quieren invertir su dinero. El fondo pone en común el dinero de este grupo de personas y una entidad gestora se ocupa de invertirlo, cobrando comisiones por ello, en una serie de activos, como pueden ser acciones, títulos de renta fija, activos monetarios, derivados, e incluso en otros fondos de inversión o una combinación de ellos. Estos vehículos de inversión se encuentran dentro de la categoría de instrumentos de inversión colectiva.
Cuando invertimos en un fondo de inversión estamos en realidad comprando una pequeña parte de su cartera. Cada parte del fondo recibe el nombre de participación. El precio de cada una de estas participaciones, a una determinada fecha, se conoce como valor liquidativo del fondo. Por ejemplo, si invertimos 1000€ en un fondo que tiene un valor liquidativo de 118,74€, recibiremos 8,42 participaciones de ese fondo. Al contrario que las acciones, el número de participaciones que podemos tener no tiene que ser necesariamente un número entero, y en realidad, raras veces lo es.
Al comprar participaciones de un fondo de inversión, la sociedad gestora coge nuestro dinero, lo añade a todo el dinero que entra en el fondo y lo invierte en cualquiera de los activos que hemos comentado anteriormente. El total del dinero que tiene el fondo, tanto el que está invertido como el que no, se conoce como patrimonio del fondo, y el conjunto de activos que posee constituye la cartera del fondo. Pues bien, nuestra inversión estaría diversificada de igual manera que la cartera del fondo, pero de forma proporcional a nuestra inversión. Por ejemplo, supongamos que invertimos 1000€ en un fondo de acciones del Ibex35 cuyo patrimonio alcanza los 10.000.000€, y cuyos principales activos son acciones de Telefónica (10%), Bando de Santander (8%) y Repsol (5%). Entonces, los 1000€ que tenemos invertidos en participaciones de este fondo significan que poseemos 100€ en acciones de Telefónica, 80€ en acciones del Banco de Santander y 50€ en acciones de Repsol. Por lo tanto, de forma indirecta, poseemos títulos de todos los valores presentes en la cartera del fondo.
Esta es una de las grandes ventajas de los fondos, que no se requieren grandes cantidades de dinero para tener una cartera diversificada. Si no acudiérmos a un fondo de inversión sería muy complicado invertir 1000€ en un conjunto variado de acciones.Además, en un fondo, los costes se reparten entre todos los partícipes,y las comisiones que el fondo paga en conjunto son menores que la suma de las que habrían de pagar los inversores de forma individual. A cambio, la sociedad gestora cobra unas comisiones a los inversores que pueden ser de gestión o por resultados. Las comisiones de gestión son fijas, mientras que las comisiones por resultados son variables, es decir, cuanto mejor gestionado esté el fondo y más rentable sea, mayores serán las comisiones por resultados. Otras ventajas son que los fondos son fáciles de comprar y vender, son instrumentos perfectamente regulados y están gestionados por profesionales.
Para terminar con los fondos, señalaremos que, a diferencia de estos fondos de inversión tradicionales, existen los llamados fondos de inversión libre, cuya denominación original es hedge funds, que significa “fondos de cobertura”. Estos fondos se caracterizan por estar organizados de forma privada, gestionados por sociedades profesionales que cobran comisiones por resultados obtenidos y no están disponibles para el público de forma general, ya que requieren importes mínimos de inversión muy elevados. Además, utilizan técnicas de inversión financieras no permitidas para los fondos tradicionales, como son la venta al descubierto, el uso de derivados y la compra de valores mediante apalancamiento agresivo. También hay que tener en cuenta que estos fondos están sometidos a una reducida regulación, así como están sujetos a escasas obligaciones de información y no deben dar liquidez de forma diaria.
Entidades Gestoras
La gestión de la liquidación y compensación de valores negociados en Bolsa corresponde a una sociedad específica, IBERCLEAR, resultado de la fusión del SCLV y CADE en abril de 2003. IBERCLEAR es responsable de llevar el registro contable de los valores representados en anotaciones en cuenta admitidos a negociación. Por su parte, es la propia entidad rectora del mercado de derivados (MEFF), la que gestiona la liquidación de las operaciones de dicho mercado.
Como hemos indicado anteriormente, la supervisión, regulación y control de los mercados es responsabilidad de la CNMV, excepto para el mercado de deuda pública, cuyo supervisor es el Banco de España.